jueves, 16 de octubre de 2008

Para MVLL y los neoliberales....


MVLL confiesa estar “desgarrado”. La realidad lo ha traicionado. No obstante su desgarro, sigue jugando a favor del equipo que tantas ilusiones le mereció, y todo indica que la suma de barbaridades cometidas por su propia gente no le quita el ánimo para seguir atacando a quienes, desde la vereda de enfrente, intentan una opción diferente.

En medio de la debacle financiera, MVLL se preocupa por la conducción que Evo Morales ha impreso a su mandato y profetiza, con muchas posibilidades de equivocarse, como es casi su constante en política y economía, que el presidente boliviano conduce su país al desastre. Utilizar el adjetivo desastre en esta oportunidad, donde los males de Bolivia quedan empequeñecidos ante la catástrofe financiera que se inició en EE.UU., es tan inoportuno como injustificable. Un mínimo de decoro debería llamarlo a silencio.

El escritor cree que la actual crisis mundial “nos arruinará a todos”. “Todos” es solo un poco más que casi todos, que es la parte de la población que fue afectada por el neoliberalismo que tanto lo deslumbró y que condujo a este oscuro callejón por el que transitaremos más tiempo del que anuncian algunos optimistas.

El “desgarro” del notable novelista se debe, según él, a la colisión entre sus principios y la realidad. “Un liberal –expresó– jamás debería aceptar que los pobres contribuyentes salvaran a las empresas codiciosas que han acabado en la ruina”, y admitió que “esta crisis también debe llevarnos a revisar la idea de que a menor Estado, mejor funcionamiento de la sociedad”.

¿Hacia falta esto, que ha sido pronosticado en todas las lenguas, para que MVLL tomara conciencia del destino hacia el cual enrumbaba su concepción del Estado?

¿Sabrá el escritor que, además de la debacle de Wall Street y de sus socios europeos, el planeta se halla en estado de emergencia por la descomposición del medio ambiente? ¿O tendrá que secarse un océano para que sus principios y la realidad entren en una nueva colisión? ¿Sabrá que este sistema que tanto lo ilusionaba es, en gran parte, responsable del drama medioambiental, pues ha depredado la naturaleza más allá de la capacidad de esta para recomponerse? ¿Sabrá que ese drama es mucho mayor, a la larga, que la quiebra de algunos bancos manejados por delirantes y por delincuentes? ¿Sabrá que la guerra absurda contra Irak, que primero criticó y luego aceptó, ha contribuido a la bancarrota del sistema financiero?

Respetamos el “desgarro” del novelista, pero no podemos menos que reflexionar sobre la tozudez, la ceguera y el entusiasmo con el que se enrola en cada corriente del pensamiento que lo apasiona y el arrebato que le imprime a su difusión, sin reflexionar sobre los potenciales desaciertos que está contribuyendo a poner en marcha. Su capacidad para presentar el futuro con la misma fascinación con la que nos envuelve en sus obras de ficción contribuyó grandemente a que muchos se adhirieran al nuevo credo y confiaran que esa era la verdad absoluta que, finalmente, encarrilaría la sociedad.

Autor: Guillermo Giacosa
fuente: Peru21

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