jueves, 6 de diciembre de 2007

Desarrollo y Enseñanza de la Sociología en el Perú

“Ciencia que tiene por objeto el estudio de los fenómenos sociales considerados con el mismo espíritu que los astronómicos, los físicos, los químicos o los fisiológicos, es decir, sujetos a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento es el objeto especial de investigación”; era una de las definiciones de la nueva ciencia, llamada física social posteriormente Sociología; la primera definición de sociología fue propuesta por Augusto Comte en 1836, en su obra Curso de filosofía positiva, que pretendía responder a los avances de la ciencia, planteando la necesidad de que ésta sirviera para mejorar, no sólo el conocimiento, sino la sociedad. Saint-Simon definía las tareas de la nueva ciencia: “Una fisiología social, constituida por los hechos materiales que derivan de la observación directa de la sociedad y una higiene encerrando los preceptos aplicables a tales hechos, son, por tanto, las únicas bases positivas sobre las que se puede establecer el sistema de organización reclamado por el estado actual de la civilización”. Para Emile Durkheim, que representa a la sociología ya en su momento de madurez, el modelo que apuntalará a su fundamental Las reglas del método sociológico (1895).
La sociología aparece en el Perú en 1896 como cátedra universitaria en la universidad de san marcos, como parte del desarrollo de una conciencia social moderna en el Perú. Mariano H. Cornejo es nombrado el primer profesor de sociología, Carlos Wiesse (lo asume en 1908) y Roberto Mac Lean y Estenós (le sigue desde 1928 hasta 1953) son los responsables de regentar la Cátedra universitaria hasta los años cincuenta y los que llevan un producto intelectual exótico a la universidad, que por su naturaleza le impone serias limitaciones a la propia disciplina. Desde posiciones diferentes destacan Francisco García Calderón, José de la Riva Agüero, Víctor Andrés Belaunde, José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre y Jorge Basadre, en la actualidad todavía son leídos y admirados en las escuelas de sociología, aunque no en la misma intensidad. Durante la segunda mitad del siglo XIX predominaban dos corrientes en el pensamiento social peruano: EL POSITIVISMO significó cierto afán científico por estudiar la realidad, observar y acercarse a los problemas más urgentes del país, que implicaba el abandono de la tradición intelectualista y la sustitución por una perspectiva que enfatizaba en la modernización del país.
EL BIOLOGICISMO representaba la herencia colonial que explicaba la organización social a partir de las premisas genéticas y de una superioridad y dominio natural de las élites criollas. Su representante fue Clemente Palma es el mayor exponente de las ideas racistas, en 1897 publicó “El porvenir de las razas en el Perú”. Pero se dejo de lado después del fracaso de la guerra con chile.
Víctor Raúl Haya de la Torre formula un proyecto de la modernidad original de acuerdo a las singularidades de la sociedad peruana, basándose en las posiciones dualistas formula, de un lado, la necesidad de la autonomía de la clase burguesa y, de otro, el desplazamiento de la oligarquía, dentro de un proyecto encaminado al desarrollo de un capitalismo nacional por medio de un “Estado antiimperialista”.
José Carlos Mariátegui, de modo particular en Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), ofrece una perspectiva más analítica y científica de la sociedad peruana que permitió establecer bases firmes para una reflexión sociológica. Considera que las teorías no “constituyen principios de consecuencias rígidas”, más bien adquieren un contenido concreto en el estudio de la realidad nacional. Cabe anotar que prácticamente los estudios sobre la realidad social desaparecieron desde 1930, se cayó en un período de esclerosis y paralización del pensamiento social hasta fines de los años cincuenta, como resultado de un momento de oscurantismo impuesto por los regímenes dictatoriales oligárquico-militares y del desarrollo de un proceso de dogmatización y repetición empobrecida de las ideas originales.

La sociología se institucionaliza como carrera profesional en el Perú cuando en 1956 se funda el Instituto de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En la década del sesenta se crean casi simultáneamente las principales escuelas en el país, Se crean las escuelas de sociología en la Universidad Nacional del Centro y Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en 1961; en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, en 1963; en la Universidad Pontificia Católica del Perú, en 1964; y en la Universidad Nacional Federico Villarreal, en 1968. Etapa que se caracteriza por la tensión constitutiva entre dos modelos de hacer sociología: son los reflejos iniciales de algún estructural-funcionalismo y marxismo que, por otro lado, es el rasgo esencial que define la sociología del siglo XX.
La fundación de la carrera de sociología en el Perú giró en relación a dos propuestas centrales. La primera, sobre una sociología tecnológica con la intención de desarrollar profesionales “capacitados para resolver los problemas sociales”.
La segunda corriente, acerca de una sociología crítica, fue planteada tempranamente por Aníbal Quijano en Imagen y tareas del sociólogo en la sociedad peruana (1965) cuyo objetivo central de la investigación social es “convertir en problemática teórica las preocupaciones de las clases explotadas y la búsqueda de las vías para una transformación radical de la sociedad”.
Durante el gobierno militar (1968-1980), las relaciones entre sociedad y sociología tienen una significación mayor. Es cuando la sociología asume una “identidad revolucionaria” en el Perú. El movimiento estudiantil asume posiciones cada vez más radicales de izquierda y presiona por desarrollar una sociología de orientación claramente marxista. El resultado fue que el mercado de trabajo del sociólogo aumentó considerablemente, creció el número de Escuelas de Sociología y, por consiguiente, se amplió la cantidad de alumnos matriculados y los profesores de la disciplina.

Con la vuelta a la democracia y el proceso de desmontaje de las reformas estructurales por los gobiernos civiles en la década del ochenta se inicia una nueva etapa para el desarrollo de la sociología en el Perú. La sociología inicia la búsqueda de nuevos contenidos que marcan un distanciamiento paulatino con la teoría marxista y, a la vez, permite el cultivo de prácticas de desarrollo profesional más ligados a la presencia de organizaciones no gubernamentales. Aunque la mayoría de los exponentes de la sociología seguían imprimiéndole un perfil revolucionario y marxista-leninista, especialmente en las universidades públicas, como se hizo evidente en los dos primeros congresos de sociología organizados en esos años.

El giro constructivista y el tránsito de la “revolución a la democracia” aparecen claramente definidos por una profunda crisis de las ciencias sociales en general y de la sociología en particular. El predominio mayoritario del modelo marxista-leninista en la sociología peruana se quiebra en los años noventa, en gran parte por el fracaso de Izquierda Unida, la derrota de Sendero Luminoso y el desarrollo de la hegemonía ideológica del neoliberalismo, que lleva a la intelectualidad peruana a romper con la “identidad revolucionaría de la sociología”. Inseguridad frente a la reducción del mercado de trabajo, principalmente constreñido a algunas universidades públicas y al campo de las ONG; luego del auge de la sociología de las décadas pasadas se asiste a la desaparición de las escuelas en las universidades privadas de Lima.
Un debate desarrollado con mucha fuerza en el III Congreso Nacional de Sociología, en la polémica entre César Germaná de la Universidad de San Marcos y Guillermo Rochabrún de la Universidad Católica y formulada de manera concreta en las reformas curriculares de los planes de estudio de las diferentes escuelas del país en los años noventa.

El inicio de un nuevo milenio manifiesta de manera transparente las grandes inquietudes que atraviesan y definen la construcción de la sociología peruana. El análisis de la producción del conocimiento social de estos primeros años muestra las posibilidades de la sociología peruana en los próximos años. El desarrollo de espacios de debate en la sociología, pese a la escasez de recursos, en particular por la mayor debilidad del Estado en la universidad pública, que prácticamente ha conllevado a una desaparición de la investigación básica, se mantiene la necesidad de una ciencia social que responda a la reconstrucción de la sociedad peruana.

LA ENSEÑANSA DE LA SOCIOLOGIA EN LA ACTUALIDAD. A diferencia de otras disciplinas como la Historia, la Economía o la Psicología, la Sociología no se enseña en los colegios, lo que hace muy difícil que los jóvenes escolares puedan identificarla como una opción profesional; La mayoría de los estudiantes de Sociología de las universidades nacionales siguen la carrera porque no lograron ingresar a Derecho o Administración, La expectativa inicial es tentar un traslado interno después de uno o dos años de estudios. No obstante, las posibilidades son limitadas porque el número de plazas para estos traslados es exiguo. Por tanto, la alternativa real es: o continuar los estudios de Sociología o dejar la universidad y Alrededor de la mitad de los estudiantes abandonan sus estudios.

Puedo agregar que en los últimos años se ha incrementado el número de ingresantes a la escuela de sociología; es muy positivo, los gremios deben de centrar su trabajo en conscientizar a los nuevos alumnos que sigan con la carrera, con eventos académicos, paseos turísticos, etc... todo lo contrario pasa en la UNJFSC, teniendo en las manos un evento nacional (CONAESO), que hubiera servido para unificar lazos entre los propios alumnos, y paso todo lo contrario, una asociación de estudiantes dirigido y/o manipulados por un(os) docente(s) que buscan protagonismo y perpetuación en el cargo que ostentan, han fulminado con esa ilusión, pasando por encima del gremio (CES) a quien los centros federados de las universidades -que cuentan con la carrera de sociología- ratificaron la confianza para realizar dicho evento en el congreso de sociología -realizado en Lambayeque 11/06; esperando que los encargados ahora de realizar el CONAESO refuercen su gremio y unifiquen su escuela con una migra progresista, en este milenio se necesitará de buenos sociólogos para poder afrentar el desastre social que se nos avecina.




UNIVERSIDADES QUE CUENTAN CON LA ESCUELA DE SOCIOLOGIA: Pontificia Universidad Católica, Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Federico Villarreal, Universidad Nacional de San Agustín-Arequipa, Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo-Lambayeque, Universidad José Faustino Sánchez Carrión-Huacho, Universidad Nacional de Cajamarca, Universidad Nacional del Centro-Huancayo y Universidad Nacional del Altiplano-Puno.

BIBLIOGRAFIA
Julio Mejia Navarrete, “Desarrollo de la Sociología en el Perú”, Sociologías, Porto Alegre, ano 7, nº 14, jul/dez 2005, p. 302-337



Gonzalo Portocarrero y Carmela Chávez, “Enseñanza de Sociología en el Perú” un estudio de casos. Consorcio de Investigación Económica y Social / PUCP Departamento de Ciencias Sociales. Lima, Abril del 2001.


Juan Carlos Portantiero, “Origen de la Sociología, Los padres fundadores";



Enciclopedia Encarta Premium 2007.

No hay comentarios: